(Por Emilio)
Este año algunos de los lectores nos dicen que el blog no es tan divertido como en viajes anteriores. Bueno, Diazpe tiene razón en que no lo dice su público -realmente éste es su blog- sino el mío. Pero a mis fieles y leales -y escasos- lectores sí les puedo confirmar que en este viaje también nos estamos riendo mucho, muchísimo. Aunque no hayamos contado las anécdotas, de vez en cuando nos entra un ataque de risa de morirnos. Lo que pasa es que la mayoría de las veces no son ni razones ni expresiones «políticamente correctas»… Y algunas las estamos guardando para un «recopilatorio» al final del viaje.
Ahora estamos en una pequeña tasca donde una cervecita nos ayuda a «echar para abajo» unos trozos de empanadas (sí, variadas) que nos acabamos de tomar sentados en unos escalones. En parte, para compensar el «crujido» del mediodía en Muxía. Allí, en una bonita terraza, una chica muy mona nos animó a pedir de entrada un salpicón de marisco que, a juzgar por el precio, debía estar bañado en oro. Todavía resuenan los juramentos. No, si cuando Diazpe quiere se pone muy marinero…
Y ya no hablo más, que al Madrid le acaban de meter otro gol y a mí me va a volver a costar el dinero, como la fabada en Cangas de Onís. Y menos mal que no hacemos pronósticos sobre mi Betis…
PS (postdata, por si las dudas): Dice Diazpe que salgo en la mayoría de las fotos como un geyperman (los más veteranos se acordarán) y como el blog es suyo, va y pone esta otra foto. No sé qué es peor…
