Viajeros

Quizás no sea la analogía más exacta pero, para nosotros, el «fondo de mochila» se ha convertido en el concepto más próximo a «fondo de armario». Aunque, ciertamente, menos glamouroso. Tras tantos y tantos kilómetros -y días-, la última camiseta limpia (verdaderamente limpia, no múltiplemente re-lavada) da lugar a fotos pintorescas, como la cariñosamente dedicada a la viajera neoyorquina y su super-prima. Y a sus anónimas amigas, of course!

«Quillo, ¿a ti te queda algo limpio..? Pues anda que a mí…». Al igual que algunos restaurantes cursis llaman «semifrío» al helado que lleva un rato fuera de la nevera, nosotros hemos acuñado el término «semilimpio» para diferenciar la ropa «aún ponible» de la que irremisiblemente irá a a la lavadora …. Porque lo de lavar ropa en el «hotel» donde estamos en Lourdes, pese a sus teóricas tres estrellas, es, claramente, peor el remedio que la enfermedad. Y pensamos con ganas -y también con incipiente nostalgia- en los pocos días que faltan para poner una lavadora mientras esperamos a que termine con una cerveza fresquita.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad