Como diría mi querido sobrino Nicolás, se acabaron las autopistas francesas… Muy bien cuidadas y con entornos bonitos pero muy aburridas… Ah, para los que lean esto, si os fijais abajo, lo está escribiendo un servidor, por si alguien nota diferencias de estilo … Qué se le va a hacer … y por fín estamos en el precioso pueblo de Ely, cuyo nombre deriva de un escurridizo pez lugareño.