La lluvia, que amenazaba con fastidiarnos una parte del viaje, ha vuelto a aparecer hoy. Y esta vez mojaba bastante. No ha parado de llover en todo el día, una lluvia constante desde por la mañana y aún todavía continúa lloviendo. La suerte, por darle una lectura positiva, es que hoy no pensábamos hacer muchos kilómetros. Es más, no pensábamos hacer ni rutas. El objetivo de hoy no era otro que buscar alojamiento acorde a nuestras necesidades (cerca de Munich, baratito, con wifi free…) y preparar nuestra visita a la capital bávara y sus alrededores. Cómo son los alemanes, pura eficiencia. Hemos llegado a Dachau, a 18 kilómetros de Munich, hemos ido a la oficina de información turística y hemos planteado nuestro problema: Sabemos que el sábado empieza el Oktoberfest, pero nosotros necesitamos una habitación, baratita, para dos personas, con wifi y que esté cerca de Munich… Y nos la han conseguido.